Los orcos alguna vez vivieron como clanes chamánicos en el exuberante mundo de Draenor. Corrompidos por Kil'jaeden, un señor demonio de la Legión Ardiente, invadieron el mundo de Azeroth. Finalmente, capaces de liberarse de las influencias demoníacas, los orcos se establecieron en Kalimdor y erigieron su gran capital, Orgrimmar, desde donde luchan para encontrar su lugar en el mundo que una vez vinieron a conquistar.